Naturalmente hablando
Atormentado por no poder desarrollar la cotidianidad de la vida, como las otras personas esperarían de mí, me sentía obligado a reflexionar, replanteándome la verdad de las cosas. Pero no filosofando ni tampoco discernir entre el mal y el bien, sino que me centraba en los aspectos, por asi llamarlos, naturales. Donde todo fluye, donde la libertad realmente existe siempre que los ciclos se desarrollen como la naturaleza (azar) decide.
El hombre con su mala costumbre decide controlar todos los aspectos que le concierne, controlar me refiero a obligarle el destino a las cosas, para obtener beneficio persona, rara vez colectivo. Rompe lo natural de los ciclos elementales, que nos ata a una realidad artificial, completamente material.
Ahogado de mentiras por el ocultismo se convierte en una manzana que cuelga de la rama de un árbol, con todo lo que eso significa. El tiempo es nuestro único aliado que se encarga que la manzana se despenda del tallo y una conciencia se despierte, que una verdad deje de ser monopolizada, que un verdadero conocimiento se haga colectivo.
El hombre con su mala costumbre decide controlar todos los aspectos que le concierne, controlar me refiero a obligarle el destino a las cosas, para obtener beneficio persona, rara vez colectivo. Rompe lo natural de los ciclos elementales, que nos ata a una realidad artificial, completamente material.
Ahogado de mentiras por el ocultismo se convierte en una manzana que cuelga de la rama de un árbol, con todo lo que eso significa. El tiempo es nuestro único aliado que se encarga que la manzana se despenda del tallo y una conciencia se despierte, que una verdad deje de ser monopolizada, que un verdadero conocimiento se haga colectivo.
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